4 de abril de 2015

¡¡¡MÁS MADERA!!!


Con esta frase trataban los Hermanos Marx de acelerar la marcha del tren en el que viajaban, y una parecida gritaba el protagonista de la archiconocida novela de Julio Verne “La vuelta al mundo en 80 días” mientras alimentaba las calderas del vapor en el que viajaba de vuelta a Londres con la madera arrancada de la propia cubierta del buque.

Esto nos da una pista del amplio espectro de usos que se le pueden dar a la madera: empezando en la más remota antigüedad la hemos usado para construir desde utensilios de uso común hasta complejas estructuras arquitectónicas, pasando por medios de transporte tanto terrestres como marítimos y fluviales, e incluso aéreos, o simplemente los puentes que nos permitían cruzar a pie seco a la otra orilla de cualquier curso de agua. Hemos dormido encima de ella, nos hemos llevado la comida a la boca con ella e incluso nos hemos lavado dentro de ella.

Con ello queremos decir que la madera es uno de los materiales más versátiles y de más fácil acceso de los que el hombre dispone. Y además es un recurso renovable y reutilizable, y al final de su vida útil nos puede servir como combustible.

Sin embargo, la propia abundancia de este recurso lleva consigo sus propios handicaps, ya que a cada localización geográfica y a cada tipo de clima se adapta un determinado tipo de bosque con especies muy diferentes, y la madera obtenida de cada árbol tiene sus propias características. Ello conlleva una enorme variedad de características estéticas (color, veteado, presencia de nudos, textura, olor...) y físicas (densidad, dureza, flexibilidad, porosidad, índice de aislamiento termoacústico, contenido de humedad, presencia de aceites o resinas...).

Y esto, básicamente, es lo que a los autores de este blog nos ha llevado al borde de la desesperación. En nuestra infinita arrogancia se nos ocurrió hacer una entrada sobre el mejor tratamiento a aplicar a la madera, tanto para exteriores como para interiores. ¡¡¡Y no lo hay!!!. Resulta que un tratamiento ideal para una conífera puede no serlo para una frondosa, y el que funciona estupendamente en una madera tropical es una catástrofe en ciernes para otros tipos de madera. Peor que eso: un tratamiento decorativo puede no tener nada que ver o ser contraproducente a la hora de proteger la madera contra agentes xilófagos, que son “esas cosas puñeteras” que se “comen” la madera.

Por estas razones, y tras la cura de humildad, nos hemos propuesto abordar el tema desde un punto de vista más práctico, y sobre todo, más fácil de seguir. Y con la esperanza de alcanzar, si no la solución óptima para cada tipo de madera, la más adecuada dentro de un uso habitual. Con esto en mente, iremos haciendo sucesivas entradas (quizá alternándolas con otras materias) en las que intentaremos profundizar en el cuidado de madera abarcando los tres principales grupos: protección contra xilófagos, protección frente a agentes atmosféricos, y tratamientos estéticos.

11 de marzo de 2014

Sellando juntas

Sellar una junta es un trabajo que todos consideramos relativamente fácil, y como siempre que algo nos parece muy fácil, solemos equivocarnos. Para empezar, no siempre escogemos el sellante indicado para las superficies a unir, ni preparamos las juntas de forma conveniente, por ello vamos a repasar unos conceptos básicos.
 Primero, las juntas deben estar limpias y secas, sin polvo ni grasa. Puede parecer una obviedad, pero incluso aunque una junta parezca estar limpia, no siempre lo está. Es un caso habitual en encimeras de cocina, por ejemplo, donde es fácil que no veamos residuos de aceites, difíciles de ver en determinadas condiciones de iluminación. Si se trata de la renovación del sellado, y el antiguo estaba hecho con silicona, hay que tener en cuenta que la silicona no se adhiere a sí misma, por lo que hay que poner especial cuidado en retirar cualquier resto del sellado antiguo. Esto es válido para cualquier renovación del sellado, pero especialmente importante en este caso.
  En cuanto a los sellantes:
  •   Siliconas: Fundamentalmente se dividen en dos tipos, acéticas y neutras. Las acéticas desprenden un olor parecido al vinagre, y no deben usarse en contacto con metales o mármol, pues producen daños y manchas en estos materiales. Tampoco se deben usar sobre materiales porosos como el hormigón, a los que no se adhiere. En cambio, son especialmente aptas para sellado de aparatos sanitarios en cuartos de baño y en cocinas, sobre todo las que contienen fungicidas. Sobre todo, y por experiencia personal, no usar para sellar acuarios, o los peces morirán. Las siliconas neutras se adhieren bien sobre cualquier material de construcción y se pueden usar sobre materiales porosos como el hormigón. La silicona neutra benzamida es la más elástica y la que mejor se adhiere a materiales porosos, como el hormigón, y también es buena para vidrio y aluminio. La silicona neutra alcoxy es buena para sellar metales en general, plásticos, y para vidrio. Las siliconas no se pueden pintar, por lo que hay que tomarlo en cuenta a la hora de usarlas.
  • Acrílicos: Pueden ser transparentes o coloreados, y se pueden pintar después del curado. Las juntas a sellar deben ser de bajo movimiento, por lo que no se deben usar en materiales con ciclos de dilatación-contracción amplios, o en juntas que requieran cierta flexibilidad. Son muy buenos para pequeñas juntas en madera, (o para reparar pequeños defectos, grietas, etc.), secan rápido y al poder pintar después se mantiene la homogeneidad de los acabados.
  • Masilla de poliuretano: No contienen solventes ni compuestos halogenados, no desprenden olor y no experimentan contracción de volumen con el curado. Son excelentes para juntas con mucho movimiento, no pierden elasticidad, resisten bien a la intemperie y los rayos ultravioleta. Excelente adherencia sobre casi todos los materiales, hay algunas indicadas para estar en contacto con agua potable.

4 de marzo de 2014

Una grieta

 Una grieta es algo que nadie quiere ver en su casa. Ni por supuesto en su negocio. Una fisura tampoco. La diferencia entre las dos - grieta y fisura - es, básicamente, su magnitud. Para ponerlo claro: una fisura es una grieta tan estrecha que no se puede meter nada dentro. Hacemos esta distinción porque hay dos cosas que marcan la importancia de una grieta, y son su anchura y el movimiento. En realidad hay muchas más cosas que caracterizan a una grieta: su situación, su dirección, su forma, si se producen en un elemento homogéneo o en la unión entre dos elementos distintos, si se ramifican o no... Todo esto le indica a un técnico cual es su origen más probable, su importancia y las posibles soluciones. Pero las dos características más importantes son su anchura, que nos indica la cantidad de daño que ha recibido el elemento donde está; y su movimiento o ausencia de él, porque si se mueve - si está viva - sabemos que aquello que causa el daño sigue actuando, por lo que es probable que los daños aumenten.
 En cuanto a su origen, pueden ser causas muy variadas, y hay capítulos enteros en libros de patologías de la construcción sobre ellas, por lo que resumirlas aquí sería poco menos que imposible.
 En todo caso, si aparecen grietas nuevas en su vivienda o negocio, o cuando se den determinadas circunstancias que permitan suponer que vayan a aparecer (por ejemplo, si van a construir cerca de su inmueble, o si va a empezar una explotación cercana que suponga un incremento de tráfico pesado, etc), hay algunas medidas que puede tomar para evitar daños mayores o, por lo menos, para asegurar que los responsables se hagan cargo de las reparaciones oportunas:
  - Encargue un Protocolo de grietas. Un arquitecto técnico, aparejador, ingeniero de edificación u otro técnico competente hará un informe técnico del estado del inmueble, acompañado de un reportaje fotográfico, que servirá para demostrar el estado real en la fecha en la que se hace, de manera que más adelante se pueda probar que no existían grietas, que han aparecido grietas nuevas o que se han agravado grietas preexistentes.
  - Compruebe si la/s grieta/s están vivas (si tienen movimiento). Hay varios métodos para hacerlo, pero uno de los más sencillos es colocando testigos de escayola sobre la grieta: si la escayola se rompe es que hay movimiento, y controlando el tiempo y la magnitud de la rotura se puede llegar a un cálculo aproximado de la importancia de los daños. Como en el punto anterior, un técnico puede emitir un informe con validez legal, si se estima conveniente.
  - Si las grietas aparecen en elementos de la fachada (revestimientos, aplacados, balcones, cornisas, etc) o en elementos comunes y de seguridad (anclajes de pasamanos y barandillas,  escaleras, etc) procure que sean revisados en el plazo más breve posible, ya que pueden suponer un peligro grave para los usuarios del inmueble o los viandantes.
  - Incluso en el caso de ser grietas sin movimiento, y que no supongan un riesgo de seguridad, y al margen de los aspectos estéticos, cualquier grieta o fisura debe ser saneada y reparada en cuanto sea posible. Una grieta no reparada hará que el elemento en el que está se deteriore con el tiempo, haciendo que una reparación sencilla se convierta en un gran problema.
 

13 de febrero de 2014

Guía de compras

 En realidad da igual de qué se trate: un material, un aparato, una máquina ,un electrodoméstico, un vehículo, una casa o contratar un servicio. Hay unos pasos básicos que debemos seguir para no acabar con algo que no cumpla unos mínimos:

 1. INFORMESE. Es la única manera de garantizar que la compra cumplirá los requisitos que necesita. Contraste la información con un mínimo de tres fuentes distintas para evitar confusiones, y si es posible desde fuentes independientes del vendedor.
 2. COMPRUEBE  que no sólo el producto, sino su versión, modelo, clase, tipo, etc. es el más adecuado para usted.
 3.NO OLVIDE preguntar si es necesario algún accesorio ( por ejemplo, los selladores de silicona se venden en cartuchos, pero se necesita una herramienta especial para aplicarlos).
 4. RECUERDE que si el punto de venta no está cerca, o se trata de cargas voluminosas, es posible que deba pagar gastos de envío o transporte. Si es así, y los paga en el punto de venta, asegúrese de que figuran perfectamente identificados en su factura.
 5. COMPARE como mínimo tres productos similares. Aunque a veces parezca un mismo producto de distintas marcas, a menudo existen diferencias entre ellos que nos permitan decantarnos por uno u otro, ya sea en base a sus características o a su precio.
 6. CUANDO contrate una obra o servicio, asegúrese de contar con al menos tres presupuestos, que especifiquen claramente en qué consiste el servicio, materiales, mano de obra si procede, cual es su fecha de inicio y su duración, y cómo se puede cancelar y en qué condiciones si no estás satisfecho con él. Y naturalmente que especifiquen los precios desglosados y los impuestos que les sean de aplicación.
 7. SIEMPRE que el servicio o producto a adquirir no estén dentro de su campo de experiencia o conocimiento, es recomendable el asesoramiento de un técnico competente que no esté vinculado con el vendedor o prestador de servicios

26 de octubre de 2013

Eficiencia energética

    Las nuevas normativas han puesto de moda la expresión "eficiencia energética". En palabras simples, consiste en gastar lo mínimo de energía (electricidad, combustibles, etc) para lograr el fin deseado.La verdad es que la podríamos aplicar a casi todo, y de hecho lo hacemos: cuando te compras un electrodoméstico, en la etiqueta pone "clase A", o B, o C... Ocurre lo mismo con los coches. Pues bien, ahora los edificios usan la misma escala, de manera que a los que más energía gastan les corresponden las letras más altas (G, F, E...) y los que menos consumen las más bajas (A, B, C..) .Dicho de otra forma: un edificio calificado A consume menos energía que uno calificado B, un edificio calificado B consume menos energía que uno calificado C, y uno calificado C menos que uno D, y así sucesivamente, hasta el G que sería el que más energía consume, y por ello el menos eficiente.
  Igual que en un coche, el rendimiento real depende en gran medida del uso que se haga de él: el mismo coche con el mismo motor consumirá más si se lo conduce muy alto de revoluciones, o se arranca y se para muchas veces en poco tiempo, por eso los consumos siempre son más altos en ciudad. Igual pasa con un edificio. Si tienes una tolerancia alta al frío, o te gusta mucho tiritar (...), nunca encenderás la calefacción ni aunque caiga una nevada de dos metros. Podrías decir que tu casa ¡no consume nada de calefacción!. Eso sólo pasaría en tu caso, claro. En la misma casa, un friolero de los que salen a la calle envueltos en dieciocho capas de ropa a la más mínima brisilla, posiblemente tenga la calefacción puesta 24 horas al día siete días a la semana, y el consumo energético se dispararía. Por eso, para usar criterios objetivos dentro de un uso razonable, lo que se hace es calcular lo bien aislada que esta la vivienda (tipo de cerramientos, carpinterías, puentes térmicos, calidad y cantidad de aislante), tipo de caldera y combustible usado, empleo de energías renovables, etc...También se calculan las horas de sol que reciben las fachadas, las sombras , ...etc.
  ¿Y cuál es la utilidad de la calificación?.Por ejemplo, si alquilamos o compramos una vivienda y dudamos entre dos de precios similares, nos conviene elegir la que mejor calificación tenga. Al estar mejor aislada, usar calderas de menor consumo, tener menos puentes térmicos, etc, acabarás pagando menos de calefacción porque necesitas tenerla encendida menos tiempo para estar cómodo. Lo mismo pasa con la electricidad. Por eso, la suma de alquiler más gastos corrientes (calefacción, luz, agua) será menor cuanto mejor calificación tenga, y nos saldrá más barato vivir ahí. Y de la misma forma, un vivienda nueva sera mejor cuanta mejor calificación tenga por los mismos motivos.

Arquitectura bioclimática

 Como no podía ser de otra manera, la arquitectura ecológica va ganando peso poco a poco, impulsada ahora por las directivas europea y española tendentes al ahorro energético. El concepto en si mismo no es nuevo, y dentro de él hay distintas corrientes o enfoques que priman aspectos diferentes, pero que persiguen el mismo fin: casas cómodas, funcionales, con bajas emisiones de CO2, consumos energéticos muy reducidos, uso de materiales renovables y reutilizables o reciclables...
 La Arquitectura Bioclimática sigue las pautas de adaptación al clima local adoptadas por la arquitectura tradicional o vernácula. Más allá de la orientación del edificio, fundamental en este aspecto, o el empleo de materiales que a lo largo de cientos de años se han usado en la edificación a nivel local, demostrando su utilidad, es la adaptación de sistemas constructivos tradicionales a las necesidades y usos actuales lo que la caracteriza. Así, elementos como el patio andaluz en el sur de nuestro país o las galerías en Galicia, recuperan su sitio en la arquitectura actual. El motivo fundamental: funcionan. Así de simple. No es una cuestión de moda o estética, es una cuestión de sentido común. Si a lo largo de cientos de años se ha venido construyendo de una determinada manera en una zona concreta, es porque las cosas funcionaban. Eso no quiere decir que no haya avanzado, sino que en cada época se han refinado y adaptado según han ido apareciendo nuevos materiales o técnicas nuevas, o incluso máquinas o métodos de puesta en obra más modernos. Y eso en definitiva es lo que pretende recuperar la Arquitectura Bioclimática, construir "como siempre", pero gracias a materiales , técnicas o recursos modernos, lograr resultados de confort, habitabilidad y sostenibilidad "como nunca".

21 de febrero de 2009

Imaginación

 Arquitectos y técnicos son capaces de hacer surgir de la nada verdaderas obras de arte que no sólo puedes admirar, sino que puedes habitar, las puedes vivir. Realmente es un trabajo complejo que depende de muchas cosas, y hay un largo camino desde la mente al papel, y de ahí a la realidad, y además está mucho más limitado por consideraciones económicas que cualquier otro arte.
 El problema  a veces es que no todos los arquitectos pueden poner su nombre a un estilo arquitectónico.  Hay un herreriano, pero no un gonzaleciano, pongamos por caso. Ni todos pueden ser un Le Corbusier, por poner un ejemplo conocido. El afán por destacar hace que a veces se olviden de dos factores que a mí me parecen determinantes :
1-Un edificio debe ser habitado, o usado, por personas. De toda condición, forma y tamaño. No sólo por gente fashion a la que le da igual lo que deba sufrir para fotografiarse con lo último en interiorismo y diseño; ni con atletas sin problemas para acceder a cualquier rincón aunque sea a base de mortal y medio con doble pirueta.
2- La belleza es subjetiva, quizás más que cualquier otro concepto abstracto. Tiene sus modas, y sus tiempos. Para los modistos de hoy, las musas de Rubens deberían seguir tratamiento en una clínica de adelgazamiento. Ni siquiera se trata de asimilarlo a perfección o producto acabado: a la Venus de Milo le faltan los brazos, y a muchísima gente le sigue pareciendo bella, y multitud de edificios del pasado, a pesar de estar en ruinas, siguen despertando admiración.
 Creo que, por lo menos en parte, este afán megaartístico de algunos (creo que no la mayoría, afortunadamente) proviene de los campus. También creo que es imprescindible el impulso creador del artista para que un edificio cualquiera tenga personalidad propia. Pero tal vez deberían enseñar la otra actitud, la del artesano, en la atención al detalle y el cuidado y la atención con que trata cada pieza en su conjunto. No se deberían olvidar las pequeñas cosas en favor de una imagen general, ni el todo en favor de detalles considerados estéticamente imprescindibles.
 A este respecto, la informática -que debería ser una enorme ayuda por las posibilidades que ofrece- se ha convertido en una calamidad. En vez de aprovechar los recursos de renderizado y la enorme capacidad de los modernos programas de cad y 3D en cuanto a la gestion y manipulación en todos los niveles de diseño planificación y desarrollo, se recurre al "copia y pega" de tal manera que de un tiempo a esta parte los 4 planos de detalles constructivos que alguien se subió a la red han acabado por ser una especie de standar en todos los proyectos. Y eso en lo referente a los propios planos. En las memorias constructivas la cosa va a peor.
 Los proyectos no se cuidan, de tal manera que cosas básicas se olvidan, no coinciden unos planos con otros ; lo que se pide en un detalle constructivo o no existe o no se parece a lo que pide la memoria; y , el colmo de los colmos, aparecen generalidades sin posibilidad de adaptación ni al proyecto en sí ni a la localización concreta de la obra... En fin... Artistas son... Unos más que otros.

4 de febrero de 2009

¿Para vivir?

Se supone que una casa es un lugar para vivir. Es algo que se da por hecho.Pero eso puede ser cierto... A veces. Imaginemos que eres uno más de los futuros poseedores de vivienda propia. Si eres urbanita por preferencia personal o por imperativo vital, y tu cuenta corriente es justo eso -corriente, del montón, del país, sin suizas ni nada- tus opciones se acaban de reducir drásticamente. Tienes que buscar un piso. En un bloque de pisos. Se llaman bloques porque eso es lo que son :cubos geométricos donde se maximiza el aprovechamiento del espacio, en el mejor de los casos. Si lo miras desde la calle, en realidad parece que sólo te has comprado una ventana. Si entras, es fácil sentirse agradecido a poco optimista que seas: fácil de limpiar (alguno con soplar desde la puerta de entrada vale), mejora el acercamiento en las parejas (no hay espacio material para un alejamiento físico), excelentes condiciones para el perfeccionamiento de las habilidades motoras ( o coordinas con precisión los movimientos o te dejas la piel en los muebles), buenas perspectivas para los amantes del bricolaje ( si tu no eres muy bueno en el apartado anterior y los muebles del ikea), la cocina perfecta para los amantes del orden (no hay manera de dejar nada fuera de sitio si para hacer un zumo tienes que sacar la tostadora al tendedero), y puedes tener la completa seguridad de que nadie invadirá la intimidad de tu cuarto de baño si tu estás dentro ( por aquello de que dos cuerpos no pueden ocupar el mismo lugar a la vez)... También tiene una gran ventaja si tienes hijos: nunca los pierdes de vista. Alguno dirá que exageras si se lo describes así, y puedes admitir sin ningún rubor que si, es más que probable que te hayas quedado muy corto. Y si el arquitecto responsable (¿culpable?) del diseño es de los que aspiran a aparecer en los libros de texto, échate a temblar. Acabarás viendo a la paloma de la cornisa de enfrente a través del ojo de buey del salón , o entrando al dormitorio a través de un armario empotrado al que llama "vestidor", aunque la única diferencia con los normales es que tiene puertas por los dos lados.
 También puedes ser un amante de la paz de los sitios pequeños, y te compras un adosado en la "novísima urbanización de 200 chalets de duseño exclusivo" que hay a "10 minutos" (en la letra pequeña debería decir "en condiciones ideales de presión y temperatura, en el vacío y despreciando la fuerza de gravedad, el rozamiento, el tráfico, el estado de la vía pública y cualquier otro factor que le impida al señor Sulu aumentar la velocidad a factor warp7) de la ciudad donde trabajas. Después de verlo te darás cuenta de que es igual a tu antiguo piso, aunque el adosado viene con tejado de serie y las goteras te caen a ti en vez de al inquilino del 8b.
 O en vez de eso, te compras un terrenito a las afueras del pueblo. Como tu no tienes tiempo de gestionarlo todo, y de todas formas necesitas a un profesional que te redacte el proyecto, decides acudir al despacho de un arquitecto (perdón,a un estudio de diseño arquitectónico integral) para que te oriente y, eventualmente, ponerlo todo en marcha... La casa de tus sueños, sin comunidad, ni derramas, ni vecinos molestos.

30 de enero de 2009

Aclarando

 Me (nos) encantan las obras de rehabilitación y/o reforma, y precisamente porque uno nunca sabe lo que hay tras un tabique, lo que se va a encontrar en la pared, o en el techo, o en cualquier otro sitio al renovar, rehabilitar o reformar. A veces todo un reto y siempre distinto.
  Sobre todo aquí, en Galicia, las luces y sombras, nieblas, lluvias y soles juegan con los volúmenes; y cada día destacan una arista diferente, un plano distinto, un nuevo detalle. Es un paisaje de piedra y madera, en los huesos de los montes, en los bosques sombríos, pero también en los hogares y los lugares de trabajo, en las modestas viviendas de remotas aldeas o las monumentales huellas de la fe religiosa o el poder civil en ciudades y pueblos. Es también una arquitectura distinta: no se construye para habitar un espacio, sino que se construye alrededor de un espacio ya habitado, y es por eso que en la arquitectura tradicional la uniformidad, la unidad estética no existe: se abren ventanas y puertas donde se necesita luz, ventilación o acceso, pero es el uso interior lo que marca dimensiones y alturas.
  Esta no es tierra de plaza mayor y casas apretadas. Recuerdo perfectamente la primera vez que viajé a Castilla, y la profunda impresión que me causaron sus paisajes, en mi percepión de entonces vastos páramos en los que las casas de los pueblos se apiñaban unas contra otras, como buscando abrigo y protección en un medio hostil, como temiendo el aislamiento y la soledad. Me pareció entonces- y lo sigo pensando ahora- que aquí, más al norte,más al oeste, más al extremo quizás- las casas y las gentes buscan su espacio, su independencia; se rodean de prados, bosques y huertos y viven de puertas adentro, y no es la plaza el teatro donde los vecinos representan sus vidas, sino caminos y linderos. Linde, o lindero, curiosa palabra castellana. Donde me crié se llaman "extremas", supongo que porque en cierto modo representan el extremo del mundo propio, para dar paso a otros mundos. No porque la gente sea hosca o misántropa, muchas labores del campo en mi niñez eran más o menos comunitarias, sino porque la vida pública y privada tienen matices distintos, quizás aquí más marcados que en otros lugares.
 Aquí una casa no se hacía, no se construía como un ente claramente definido y con un plazo temporal determinado. Aquí, la pieza principal , "onde se fai vida",(no el salon o comedor, que en muchos casos ni existen, o se usaban para momentos específicos), el alma de cualquier casa gallega es la cocina; y alrededor de ella iban creciendo y cambiando todos los demás espacios, de manera que una casa parecía no estar terminada nunca, y daba muchas veces la impresión de no ser un edificio, sino un conglomerado diverso de estructuras y volúmenes, sujetos a perpetua remodelación según se añadían o desaparecían estancias, adaptando usos y espacios a habitantes y tiempos.
 Quizás debiera matizar que me refiero, por supuesto, a aldeas y población rural, no a ciudades y pueblos grandes que, entre sus ansias de modernidad y sus necesidades y realidades cotidianas, se van pareciendo a mis "páramos castellanos" cada vez más. No es que no vea su encanto- que por supuesto lo tienen- ni que quiera volver a otros tiempos- duros y difíciles, padres de una emigración que se convirtió casi en éxodo- pero permítanme que, de la misma forma que la morriña empuja al emigrante a volver a la tierra que lo vió nacer, deje que mi mente me arrastre a un tiempo y un lugar en los que aún existían "lareiras" y "cambotas", la ropa de abrigo y el calzado de agua se guardaba "entreportas", podía abrir sólo la mitad de la puerta y donde todo tenía un por qué que descubrir.

Una ciencia exacta

Supongo que en realidad tal concepto es contradictorio en sí mismo, ya que ni la matemática, que es en esencia conceptual y abstracta, lo es. No puede serlo la Arquitectura -llamenle arte, ciencia, hibrido o lo que quieran- en tanto intenta plasmar un concepto estético que debe ser funcional, seguro y enfocado a un uso determinado (conjugar estos aspectos ya es todo un reto), y debe hacerlo dentro de los límites impuestos por las capacidades de los materiales, la pericia de los operarios y la realidad física del emplazamiento. A ello hay que añadir una multitud de pequeñas dificultades (a veces no tan pequeñas) generadas por el propio entorno social, legal y económico en el que debe desarrollarse; que en unos casos por el abuso que de él se hace, otras por falta de una visión realista del mismo ,o por deformación consciente (o inconsciente ) de las normas que le son propias, acaba por convertir el ideal imaginado en una sombra de sí mismo.  Al final son los  proyectos los que se ven amputados -en el mejor de los casos- o acaban convertidos en una manzana de supermercado: un exterior pulido y agradable que esconde un interior insulso, sin sabor ni personalidad ni alma.
 Para nosotros, cada edificio, cada nueva obra, cada reforma , cada estructura, tiene su propia alma, su propio ser, que debe reflejar la personalidad, los gustos y las funcionalidades de quien ha de usarlos, y estar basado en sus necesidades prácticas y estéticas. No nos dedicamos a esto para "educar" o "juzgar", sino para proporcionarle las herramientas técnicas y profesionales que necesita para su vivienda o negocio en cuanto a diseño, proceso constructivo,trámites administrativos,etc. No diseñamos por usted, diseñamos para usted. No poseemos la fórmula mágica de la perfección, pero la buscamos en cuanto hacemos.